Un equipo de investigadores del Hospital General de Veteranos de Taipei y de la Universidad Nacional de Yang-Ming, liderado por el Dr. Chi-Mu Chuang, ha estudiado la influencia que tiene la presencia de diabetes durante el embarazo en la incontinencia urinaria tras el parto en 6.653 embarazadas que tuvieron un bebé tras completar su embarazo entre el 2002 y el 2007 en un hospital de Taiwán. Del total de las mujeres estudiadas, 580 tenían diabetes del embarazo.
A las seis semanas del parto, el porcentaje de mujeres con incontinencia urinaria era mayor en el grupo con diabetes durante el embarazo que sin ella: un 11,9% versus 5,6% para la incontinencia por estrés, un 4,4% versus 1,6% para la incontinencia por urgencia y un 2,7% versus 0,3% para la incontinencia de tipo combinado.
Este trastorno urinario se mantenía durante, por lo menos, dos años después del parto, en estas mujeres; un hallazgo que contradice la teoría generalizada de que la incontinencia que aparece durante el embarazo desaparece después del parto.
El equipo de investigadores de Taiwán considera que el estudio es útil para comprobar la relación existente entre la diabetes del embarazo y la incontinencia urinaria crónica, que constituye una importante merma de la calidad de vida en las mujeres.
Un equipo de Taiwán detectó que las mujeres con diabetes mellitus gestacional tienen riesgo de desarrollar incontinencia urinaria posparto, ya sea por estrés, urgencia o su combinación. Y el trastorno se mantendría durante por lo menos dos años después del parto, un hallazgo que contradice la noción generalizada de que las complicaciones genitourinarias desaparecen después del parto.
El estudio halló también que la calidad de vida suele quedar comprometida en esas mujeres. "Las mujeres con diabetesmellitus gestacional debería recibir el tratamiento indicado cuando desarrollan la incontinencia urinaria", recomienda el equipo de Chuang. A las seis semanas del parto, el porcentaje de mujeres con incontinencia urinaria era mayor en el grupo con diabetes mellitus gestacional.
Tras considerar múltiples factores, la diabetes mellitus gestacional se mantuvo como un factor de riesgo independiente de todos los tipos de incontinencia urinaria. "Las mujeres con diabetes mellitus gestacional tenían síntomas más graves de incontinencia por estrés hasta dos años después del parto que las mujeres sin esta enfermedad, mientras que los síntomas más graves de incontinencia por urgencia y combinada se detectaron hasta los seis meses del parto", indica el equipo.
La calidad de vida fue "generalmente menor" en el grupo con diabetes mellitus gestacional. Según el Cuestionario de Impacto de la Incontinencia, las mujeres con diabetes mellitus gestacional insulinodependientes tenían más posibilidad de padecer deterioro funcional que las mujeres con diabetes mellitus gestacional bajo tratamiento conservador o las mujeres sin diabetes mellitus gestacional. El equipo considera que "el valor epidemiológico" del estudio está en el hallazgo de una relación positiva entre la diabetes mellitus gestacional y la incontinencia urinaria.
A las seis semanas del parto, el porcentaje de mujeres con incontinencia urinaria era mayor en el grupo con diabetes durante el embarazo que sin ella: un 11,9% versus 5,6% para la incontinencia por estrés, un 4,4% versus 1,6% para la incontinencia por urgencia y un 2,7% versus 0,3% para la incontinencia de tipo combinado.
Este trastorno urinario se mantenía durante, por lo menos, dos años después del parto, en estas mujeres; un hallazgo que contradice la teoría generalizada de que la incontinencia que aparece durante el embarazo desaparece después del parto.
El equipo de investigadores de Taiwán considera que el estudio es útil para comprobar la relación existente entre la diabetes del embarazo y la incontinencia urinaria crónica, que constituye una importante merma de la calidad de vida en las mujeres.
Un equipo de Taiwán detectó que las mujeres con diabetes mellitus gestacional tienen riesgo de desarrollar incontinencia urinaria posparto, ya sea por estrés, urgencia o su combinación. Y el trastorno se mantendría durante por lo menos dos años después del parto, un hallazgo que contradice la noción generalizada de que las complicaciones genitourinarias desaparecen después del parto.
El estudio halló también que la calidad de vida suele quedar comprometida en esas mujeres. "Las mujeres con diabetesmellitus gestacional debería recibir el tratamiento indicado cuando desarrollan la incontinencia urinaria", recomienda el equipo de Chuang. A las seis semanas del parto, el porcentaje de mujeres con incontinencia urinaria era mayor en el grupo con diabetes mellitus gestacional.
Tras considerar múltiples factores, la diabetes mellitus gestacional se mantuvo como un factor de riesgo independiente de todos los tipos de incontinencia urinaria. "Las mujeres con diabetes mellitus gestacional tenían síntomas más graves de incontinencia por estrés hasta dos años después del parto que las mujeres sin esta enfermedad, mientras que los síntomas más graves de incontinencia por urgencia y combinada se detectaron hasta los seis meses del parto", indica el equipo.
La calidad de vida fue "generalmente menor" en el grupo con diabetes mellitus gestacional. Según el Cuestionario de Impacto de la Incontinencia, las mujeres con diabetes mellitus gestacional insulinodependientes tenían más posibilidad de padecer deterioro funcional que las mujeres con diabetes mellitus gestacional bajo tratamiento conservador o las mujeres sin diabetes mellitus gestacional. El equipo considera que "el valor epidemiológico" del estudio está en el hallazgo de una relación positiva entre la diabetes mellitus gestacional y la incontinencia urinaria.