miércoles, 1 de septiembre de 2010

Incontinencia urinaria - Un problema con solución

La incontinencia urinaria es un problema del que muchas veces evitamos hablar, pero es bastante común, y suele presentarse con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. Los especialistas estiman que en mujeres mayores de 60 años este problema puede afectar a 6 de cada 10, por lo que es una situación que no se debe menospreciar.

La incontinencia es un problema involuntario, en el que se pierde de orina desdela vejiga. No existe una única causa para esta afección y los tratamientos se efectúan de acuerdo a su origen:

  • Causas temporales: ocurre en casos de infección urinaria, constipación y uso de algunos medicamentos, entre otras cosas.

  • Causas permanentes: frecuentemente por algún trauma obstétrico, provocado ya sea por partos vaginales difíciles, guaguas de gran tamaño, incluso por trabajos de parto prolongados.

  • Incontinencia de esfuerzos: provocada por acciones que incrementan la presión dentro de la vejiga, por ejemplo, al levantar objetos pesados o durante la actividad sexual, sin embargo pueden progresar a acciones cotidianas que requieren mínimos esfuerzos como reír, toser y estornudar.

  • Urge-incontinencia: es una necesidad urgente de orinar, debido a que la vejiga se contrae intempestivamente, lo que limita y a veces impide aguantar los deseos de orinar, produciendo la pérdida involuntaria de orina.

También deben tenerse presente otros tipos de incontinencia de orina: por rebosamiento, mixta, por alteraciones anatómicas y neurológicas.

Tratamientos
“Una historia médica detallada con examen físico completo, complementado con exámenes de laboratorio, ecografía y a veces un perfil urodinámico, son pilares fundamentales para poder hacer el diagnóstico y definir el tratamiento más adecuado para cada caso. El tratamiento va a depender entonces del origen de la incontinencia”, destaca el equipo de urólogos de la Clínica Cordillera, especialistas es el tema.

Los profesionales destacan que en la incontinencia de esfuerzos la opción de tratamiento por lo general es quirúrgica, existiendo diversas técnicas en ese sentido. La más adecuada va a depender del tipo de paciente, la presencia de otras alteraciones anatómicas y patologías asociadas. Hoy cuentan con una alternativa de última generación que, junto con ser altamente eficiente, resulta mínimamente invasiva para la paciente. Se trata de una cinta elástica y firme que se instala por vía vaginal, bajo la uretra, y que progresivamente es incorporada a los tejidos dando mayor firmeza a éstos, y por lo tanto funciona sólo cuando el cuerpo lo necesita. “Esta cirugía ha revolucionado el tratamiento de la incontinencia, dando a muchas mujeres una solución a su problema de años, cambiando radicalmente su calidad de vida”, afirman.

La intervención no duraría más de 30 minutos; se realiza en pabellón, con anestesia local o regional. No deja cicatrices visibles y con escaso dolor en la recuperación. El alta es al día siguiente de la operación y la reinserción laboral es muy rápida.

En tanto cuando el origen es por alteraciones ginecológicas esta cirugía también puede  complementarse y solucionar ambas situaciones a la vez, mejorando así el aspecto de los genitales y solucionando el problema de la incontinencia.

La cirugía no siempre es necesaria. En los casos más leves, se puede optar por un tratamiento kinesiológico que refuerce progresivamente los músculos de la pelvis, así como medicamentos de última generación, evitando o retrasando la necesidad de cirugía.

RECUADRO
Contraer y relajar
Una de las formas más simples en que las mujeres pueden ayudar a fortalecer los músculos que ayudan a la contención urinaria, son los ejercicios de Kegel, que permiten incrementar la fuerza y resistencia del músculo pubococcígeo o también llamado músculo del suelo pélvico.

Primero hay que tomar conciencia de cuáles son los músculos que se van a contraer, para ello puedes ir a orinar y detener la micción a intervalos, de esta forma sabrás cuáles son los que deberás utilizar. Lo mejor de estos ejercicios es que los puedes realizar en cualquier momento (en el metro, bus, auto, caminando, etc.), ya que nadie se dará cuenta. Recuerda que los resultados no son tan rápidos pero sí son prolongados en el tiempo.

  1. En un inicio se recomienda apretar los músculos como si trataras de detener la orina, tirándolos hacia arriba. Contraerlos y mantenerlos así de  5 a 10 segundos mientras se respira suavemente. Relajar músculos durante 5 segundos más. Repetir la serie 10 veces. Intentar aumentar progresivamente el tiempo de contracción y relajación hasta llegar a los 20 segundos. Cuanto más tiempo se aguanta la contracción de los músculos, más fuertes se harán.
  2. En una segunda etapa apretar y relajar los músculos tan rápidamente como se pueda durante 2 ó 3 minutos. Empezar con 10 repeticiones cuatro veces al día hasta alcanzar las 50 repeticiones diarias. Quizás este ejercio te canse pero de seguro lograrás buenos resultados.

Fuente: http://www.datoavisos.cl/2009/incontinencia-urinaria-un-problema-con-solucion

Síntomas de infección vaginal

En general, los síntomas de infección vaginal son claros, hay ocasiones en las que la mujer que los sufre no es lo suficientemente consciente de que puede padecer una infección de vagina. Para intentar paliar los efectos que pudiera generar, desde este blog de salud te contamos los síntomas y algunas medidas preventivas.
Uno de los primeros síntomas es la molestia en la zona genital. Esta molestia suele estar definida por picor y por escozor, que son los primeros que avisan de que puedes tener algún tipo de infección vaginal.
A estos se añaden el olor vaginal, otro de los síntomas característicos. Junto a ello, otro de los síntomas que también es frecuente es la sensación de escozor al orinar, unido a la irritación o, incluso, al dolor. Este último puede aparecer si la infección es más aguda. Del mismo modo, también es habitual que se produzcan cambios en la secreción vaginal, es decir, que se vuelva de un color más blanquecino y compacto.
Estos que te señalamos son algunos de los principales síntomas de infección vaginal, los cuales, como puedes comprobar, son bastante claros. Si notas algunos de estos signos, lo primero que debes hacer es acudir al médico para que determine si realmente es una infección lo que tienes y, en este caso, qué grado de infección presentas, ya que en función del tipo de organismo o de gérmen que sea el culpable de la infección, habrá uno u otro tratamiento. También es importante que no te automediques, y que acudas siempre al especialista.
Para evitar la infección puedes adoptar una serie de medidas preventivas e intuitivas, como mantener la zona genital limpia, usar jabón neutro, no abusar de los protectores sanitarios o utilizar ropa interior de algodón. De este modo, puedes colaborar a evitar la aparición de la infección vaginal.

Fuente: http://www.cosasdesalud.es/sintomas-infeccion-vaginal/

lunes, 28 de junio de 2010

Qué es la estenosis de la uretra

Como fuera comentado en otras notas, la uretra es la porción inferior y final y de las vías urinarias, por lo cual es la estructura urológica responsable de evacuar la orina hacia el exterior. Pero a esta función que es común a ambos sexos, se le suma en el hombre la de eyacular el semen, por lo que también participa de la función genital masculina.

Funcionamiento normal de la uretra

En el proceso de orinar, la vejiga (reservorio natural de orina) vacía su contenido hacia el exterior mediante el pasaje del fluido urinario por una estructura tubular, la uretra. La uretra en su trayecto se designa con diversos nombres de acuerdo con las estructuras que atraviesa. Así, en el hombre, al pasar en contacto con la próstata toma el nombre de uretra prostática, luego se la denomina uretra membranosa, uretra bulbar y uretra peniana. Esta última porción se ubica en el interior del pene y su contenido se evacua hacia el exterior por el orificio llamado meato.

Alteraciones de la uretra

En ocasiones, este órgano hueco puede sufrir estrechamientos (estricturas o estenosis), es decir, factores o afecciones que llevan a que su calibre disminuya con la consiguiente dificultad para el pasaje de la orina. Por su mayor longitud, la uretra de los hombres está más predispuesta a sufrir estenosis que la de las mujeres.

Las causas básicas de estenosis de la uretra son los procesos inflamatorios, las infecciones o las lesiones a ese nivel.

Del relato breve de la anatomía de la uretra surge claramente que las estenosis pueden producirse en cualquier sitio o nivel de su trayecto, desde el nacimiento en la vejiga hasta la desembocadura final a nivel del pene o del periné femenino.

En el caso de las estenosis producidas en la uretra posterior (prostática y membranosa), además del agrandamiento prostático, entre las causas más comunes se incluyen las lesiones asociadas a traumatismos de la zona pelviana ósea

En el caso de la uretra anterior, las causas más probables son las lesiones producidas por la introducción de un catéter (sonda urinaria) o traumatismos directos del pene.

Otras causas muy comunes de estenosis de la uretra, que pueden afectar cualquiera de sus sectores son:
gonorrea (infección de transmisión sexual)
secuelas de cirugía prostática
efectos secundarios de la remoción de cálculos renales
procedimientos diagnósticos o quirúrgicos de cualquier tipo
secuelas de procedimientos de reconstrucciones de malformaciones congénitas, en niños.

Como puede observarse, los orígenes de una estenosis de la uretra pueden ser múltiples. Por este motivo, se analizarán en próximas notas las alternativas de diagnóstico y de tratamiento en cada caso en particular.

Diagnóstico, tratamiento y prevención de la estrechez uretral


La estenosis o cierre de la luz de la uretra tiene como consecuencia obvia la reducción o el bloqueo total del paso de la orina hacia el exterior, acompañados por algunas otras manifestaciones tales como:

Lentificación del flujo de la orina
Dolor al orinar
Disminución del volumen de orina total emitido a lo largo del día
Salida de orina en forma de rocío o espray
Eliminación de sangre por la orina
Dolor abdominal

Por supuesto, no todos los casos presentan estos síntomas ni todos estos síntomas son una manifestación segura de estrechez uretral. El especialista reúne estos datos con otros provenientes de los estudios que solicita.

Dos de los diagnósticos que deben ser considerados son los de las infecciones urinarias o inflamaciones de la próstata o el epidídimo (prostatitis o epididimitis). Como sucede con otro tipo de obstrucciones, si éstas se mantienen a lo largo del tiempo pueden llevar a un compromiso de los riñones. Para descartar estos procesos se solicitan análisis de orina completa y urocultivos.

Otros procedimientos que constituyen parte de los recursos diagnósticos con los que cuenta el urólogo incluyen:
ecografía de la vía urinaria
uretroscopia (visión del interior de la uretra mediante un dispositivo especial)
urograma (estudio radiológico que emplea líquido de contraste para visualizar la uretra)

Estos estudios pueden no ser excluyentes y sumarse a otros para confirmar la estenosis, su gravedad y su localización. Todos ellos van a permitir el tratamiento del problema.


Tratamiento de la estenosis de la uretra

Las opciones de tratamiento son múltiples, dependiendo de la localización y la extensión del segmento de uretra que se encuentra obstruido.

De este modo, el especialista puede considerar una dilatación, un corte de la zona estenosada o cerrada, o la extracción quirúrgica del segmento de uretra comprometido, reconectando luego el trayecto de la vía urinaria.

La dilatación se efectúa mediante el uso de sondas de calibre progresivo que se introducen dentro del orificio externo de la uretra. Este procedimiento en ocasiones debe ser realizado de manera reiterada.

En el caso del corte de la estenosis, éste se puede realizar por medio de terapia láser o con bisturí especial introducido dentro de la uretra a través de un dispositivo delgado denominado cistoscopio. Muchas veces es conveniente dejar colocado luego un catéter o sonda para evitar que la uretra se cierre rápidamente. Otras veces se coloca un dispositivo denominado stent, con cierta similitud con los usados para estenosis arteriales (por ejemplo, stents coronarios). El procedimiento se conoce como uretrotomía.

Para evitar las estenosis uretrales

Lo más importante es prevenir las lesiones de la uretra, que son las que pueden dejar secuelas cicatrizales que luego cerrarán su luz. Por ello, es importante tomar las precauciones que corresponden en caso de ser necesario la colocación, aunque sea transitoria, de un catéter o sonda urinaria.

Otro aspecto importante a considerar es la prevención de las infecciones por transmisión sexual, como la gonorrea y las infecciones por otro agente: la Chlamydia.

Si tiene síntomas como los que señalamos, que pueden corresponder a una estenosis uretral, no dude en consultar con un especialista.

martes, 8 de junio de 2010

RECUPERACIÓN POSTPARTO


Después del nacimiento del bebé es conveniente realizar una revisión del suelo pélvico para evaluar en qué condiciones ha quedado esta zona.


El proceso natural de recuperación tras el parto dura entre seis meses y un año. Si el parto ha sido normal y sin grandes traumas, las pequeñas secuelas (incontinencia urinaria temporal) van a remitir progresivamente. En el caso de un parto más traumático – con episiotomía, cesárea o desgarro- el tiempo de recuperación será mayor y requerirá algo de ayuda.

En cualquiera de los dos casos, la Fisioterapia de Suelo Pélvico logra que el proceso de recuperación sea más rápido; individualizando el tratamiento en función de las características de cada paciente y desarrollando tecnologías innovadoras y totalmente inocuas.

La Fisioterapia en el postparto tiene tres grandes objetivos: recuperar los tejidos del abdomen; recuperar el tono que los músculos del suelo pélvico perdieron al dilatarse para que saliera el bebé; y trabajar con las cicatrices si extisten.

Técnicas del tratamiento:

Trabajo abdominal y suelo pélvico a través de la Gimnasia Abdominal Hipopresiva (GAH). Se trata de una técnica innovadora, fruto del constante desarrollo de la fisioterapia, para tonificar la musculatura sin perjudicar a otros tejidos. Está basada en una serie de ejercicios específicos y que requieren un tiempo dilatado de entrenamiento. El objetivo es tonificar las abdominales, el suelo pélvico y facilitar que los órganos (útero, recto y vejiga) vuelvan a su ser.

Otra técnica de tonificación de la musculatura abdominal y del suelo pélvico es el BioFeedBack (BFK) o retroalimentación biológica. A través de la información que la paciente recibe en una pantalla podrá conocer el grado real de funcionamiento de su musculatura. De esta manera los otros sentidos se ponen al servicio de la tonificación muscular; la memoria sensorial recoge el esfuerzo real y toma conciencia de la propia musculatura hasta que la sensación de esfuerzo y el esfuerzo real sean iguales.

La última técnica de trabajo abdominal y suelo pélvico es la Electroestimulación (EEF), en la que el profesional determina la frecuencia e intensidad de la estimulación en función de las características individuales de cada paciente.

En cuanto al tratamiento de las cicatrices (por episiotomía o cesárea) se pueden realizar técnicas manuales complementadas con la Diatermia de Alta Frecuencia. El tejido que se forma en una cicatriz no tiene la misma capacidad de contracción y relajación de un músculo, ni transmite las tensiones y presiones como un tejido sano. Puede crear expansiones del tejido cicatricial hacia otros planos de tejido provocando adherencias que impiden el buen funcionamiento de los órganos inferiores. Se trata de un tejido extremadamente sensible al dolor, que se ha formado anárquicamente; y para recuperar su función hay que normalizarlo a través del trabajo manual del fisioterapeuta, y con la Diatermia de Alta Frecuencia

INCONTINENCIA ANAL


• ¿Tiene usted escapes de gases?


• ¿Tiene usted escapes de heces?

Si se siente identificada con estas situaciones y su respuesta es positiva, es posible que presente Incontinencia Anal, es decir, pérdida involuntaria de materias rectales líquidas, sólidas o gaseosas.

La Incontinencia Anal se produce cuando la musculatura del suelo pélvico se ha debilitado. Al no ser suficientemente fuerte, cuando aumenta la presión intrabdominal no puede afrontarlo y cerrarse, así que permite el escape del contenido rectal, ya sea líquido, sólido o gaseoso. Cada paciente tiene un tipo de incontinencia anal diferente en función del grado de debilitamiento de los músculos del suelo pélvico; y que a su vez depende de las causas que lo hayan originado.

CAUSAS

Puede haberse producido después de algún trauma en el que se hayan sufrido lesiones accidentales, como las fracturas de pelvis con gran desplazamiento, lesiones obstétricas (episiotomías muy grandes, desgarros en el parto), lesiones quirúrgicas (algunos casos de cirugía de hemorroides en las que se ha seccionado el esfínter).

Otras veces la incontinencia anal es progresiva, como también lo es el debilitamiento de los músculos pélvicos, como cuando se sufre estreñimiento crónico, exceso de trabajo en esa musculatura, tos crónica o el propio envejecimiento.

Por último, la incontinencia anal puede producirse por causas neurológicas, como consecuencia de una denervación, central o periférica, degenerativa o traumática (como las que resultan de partos muy traumáticos en los que el nervio pudendo queda muy afectado.

CÓMO PUEDE AYUDAR LA FISIOTERAPIA

Cuando una paciente se enfrenta a la Incontinencia Anal, el primer punto, y más importante de su tratamiento consiste en Tonificar la Musculatura que está debilitada a través de la fisioterapia, que desarrolla dos técnicas específicas para lograr este objetivo: el Biofeedback y la Electroestimulación.

El BioFeedBack (BFK) o retroalimentación biológica. A través de la información que la paciente recibe en una pantalla podrá conocer el grado real de funcionamiento de su musculatura. De esta manera los otros sentidos se ponen al servicio de la tonificación muscular; la memoria sensorial recoge el esfuerzo real y toma conciencia de la propia musculatura hasta que la sensación de esfuerzo y el esfuerzo real sean iguales.

La segunda técnica de trabajo abdominal y suelo pélvico es la Electroestimulación (EEF), en la que el profesional determina la frecuencia e intensidad de la estimulación en función de las características individuales de cada paciente.

Además de estas dos técnicas, el tratamiento se completa con un Trabajo Manual de Tonificación Muscular, y con la Reeducación de la Dinámica Defecatoria, en la que el fisioterapeuta enseñará a coordinar todos los músculos que están implicados en la evacuación: el diafragma torácico (reeducación de la respiración); músculos abdominales inferiores (transversos del abdomen) y músculos del suelo pélvico; para evitar nuevas lesiones en el esfínter.

jueves, 27 de mayo de 2010

¿Puede Ud. disminuir su riesgo de padecer un cáncer ginecológico?


Hay un número de pasos que las mujeres pueden dar para reducir su riesgo de cánceres ginecológicos.
Un estudio reciente, por ejemplo, mostró que el 20% de todos los casos de cáncer en los EEUU se pueden atribuir a obesidad. Muy interesante es la magnitud es el hecho que la magnitud de este efecto fue mayor en el cáncer de endometrio (útero), que aumentó más de seis veces en mujeres obesas. La razón para este incremento es que la obesidad lleva a la estimulación crónica del revestimiento uterino debido a los estrógenos que se fabrican en el adiposito (células del tejido graso).
Por lo tanto, además de los bien publicitados beneficios cardiovasculares, el mantenimiento de una figura ideal con peso adecuado, se asocia a una reducción del riesgo de cáncer. Dado que la alta presión arterial y la diabetes también aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad, trabajar con su médico sobre estos temas de salud también puede disminuir los riesgos de padece este tipo de cáncer.
Las medicaciones hormonales también pueden influenciar el riesgo de padecerlo. Aunque se ha visto que el consumo de píldoras anticonceptivas conteniendo estrógenos y progestágenos sustancialmente disminuyen el riesgo que una mujer padezca esta enfermedad, la terapia de reemplazo hormonal post-menopausica con estrógenos sola aumenta el riesgo. Por supuesto, la decisión de utilizar terapia de reemplazo hormonal debe hacerse en el contexto de todos los riesgos potenciales y beneficios – incluyendo inquietud sobre el aumento del riesgo de cáncer de mama , infartos y enfermedades del corazón.
Cuando se trata de cáncer de ovario, la prevención puede ser la mejor estrategia para reducir el riesgo. Aunque la causa del cáncer de ovario sigue siendo desconocida en la mayoría de los casos, se ha notado que los embarazos y el uso de píldoras anticonceptivas sorprendentemente reducen el riesgo de padecer esta enfermedad. Por ejemplo, las mujeres que tienen tres niños o usaron píldoras anticonceptivas por cinco años han reducido el riesgo en un 50 por ciento. Lo que es más, el beneficio parece durar 20 años luego que la paciente dejo de tomar las píldoras. El efecto protector de estos dos procedimientos disminuyen el numero de veces que una mujer ovula. La protección que produce la píldora contra cánceres de ovario y endometrio representa un beneficio que debería ser considerado a la hora de decidir si se las usa para control de la natalidad
Para cáncer de cuello, la combinación de controles basados en el Papanicolaou y la colposcopía en conjunto, con la detección de infecciones por el virus del HPV, continúan siendo la llave de bajar los riesgos.
Los factores de riesgo conocidos para padecer cáncer de mama son:
  • Edad: las probabilidades de desarrollar esta enfermedad aumentan con la edad. Es rara su aparición antes de la menopausia
  • Antecedentes familiares: para una mujer aumenta el riesgo de enfermarse si a la madre, hermana o hija, se le diagnosticó esta afección especialmente antes de los 40 años.
  • Antecedentes personales de cáncer mama: la mujer que ya ha sido tratada por un tumor maligno de la mama tiene mayor riesgo de padecer esta enfermedad en la otra mama.
  • Otras enfermedades mamarias: existen afecciones no cancerosas propias de la mama que pueden aumentar los riesgos de cáncer en aquellas mujeres que las padecen
  • Alteraciones genéticas: alteraciones (mutaciones) en algunos genes (ya identificados) que al transmitirse de padres a hijos aumentan, en las mujeres que los heredan, las posibilidades de padecer esta enfermedad en algunos casos asociada al cáncer de ovario. Las mujeres con ascendencia Judeo-Ashkenazi tienen mayores posibilidades de heredar estos genes mutados.
  • Aumento de la densidad mamaria: la densidad mamaria aumentada se debe generalmente a una mayor proporción de lóbulos y ductos mamarios en relación con tejido graso que los rodea. Esto aumenta las probabilidades de desarrollar esta enfermedad
  • Prolongada exposición a las hormonas femeninas: estrógenos y progesterona son hormonas producidas por los ovarios que aumentan con la pubertad y disminuyen con la menopausia; a mayor tiempo de exposición a los estrógenos, mayor riesgo de padecer cáncer mamario, por lo tanto una primera menstruación antes de los 12 años y una menopausia después de 55 años de edad también aumentan el riesgo.
  • Mujeres que no han tenido hijos o bien luego de los 30 años: los estrógenos disminuyen durante el embarazo y lactancia, por lo que en las mujeres que no pasan por estas situaciones biológicas también aumenta su riesgo de padecer esta enfermedad. Cuanto mayor es la edad de la mujer al producirse el nacimiento de su primer hijo, mayores son sus probabilidades padecer un tumor maligno de la mama
  • Anticonceptivos orales: su ingesta puede aumentar la posibilidad
  • Terapia hormonal por la menopausia: aquellas que reciben este tipo de tratamiento, durante 5 años o más después de la menopausia parecen tener un ligero aumento en las probabilidades de desarrollar la enfermedad
  • Tratamientos con radioterapia por otras enfermedades: las que han debido recibir tratamiento con radioterapia en el tórax, por enfermedades ajenas a la mama (Ej. Enfermedad de Hodgkin) antes de los 30 años tienen aumentado el riesgo de enfermar
  • Obesidad: el tejido graso produce estrógenos, y los mismos en proporciones anormales en la etapa de la menopausia se constituyen en un factor de riesgo aumentado para padecer tumores mamarios malignos.
  • Actividad física: aquellas con poca actividad física parecen tener un riesgo mayor de padecer enfermedades malignas de la mama. La actividad física ayuda a mantener el peso y previene la obesidad.
  • Consumo de alcohol: se han realizado estudios que indican que el consumo elevado de alcohol es un factor de riesgo de cáncer de seno.
De la lectura de estas líneas, se desprende que la evaluación de los factores de riesgo (algunos evitables, otros no) y su influencia en una persona determinada deberá ser hecha por profesionales médicos que tengan una “visión integral” de la mujer como paciente y que además estén debidamente capacitados para hacer el diagnóstico precoz y un adecuado tratamiento de la enfermedad. Es también importante recordar que la mayoría de las mujeres que presentan estos factores de riesgo no sufren la enfermedad, y que la mayoría de las mujeres que desarrollan tumores malignos ginecológicos no muestran antecedentes familiares de esta enfermedad.

Articulo extraído de la página web de la Asociación Argentina de Ginecología Oncológica http://www.aaginonc.org.ar/pacientes.php?op=riesgo

domingo, 16 de mayo de 2010

Dolor pélvico

    La mayoría de las mujeres experimentan dolor pélvico en algún momento de sus vidas. Muchas veces el dolor pélvico es más que el normal funcionamiento de los órganos reproductivos o de otro tipo. En otras ocasiones, el dolor pélvico puede indicar un problema grave que requiere tratamiento urgente. Aquí nos fijamos en las causas de la pelvis el dolor y cómo la causa del dolor pélvico se determina.

Las causas de dolor pélvico

    Muchos viven en los órganos de la pelvis, incluyendo el útero, los ovarios, las trompas de Falopio. La vejiga y el intestino, y apéndice también viven junto a los órganos reproductivos, y las sensaciones de estos órganos puede sentir como el dolor del útero o los ovarios. Para confundir más las cosas, el dolor de los riñones y el dolor de los músculos y de la pared abdominal también puede parecen provenir de la pelvis.
    Me parece más útil para explicar el dolor a mis pacientes para explicar mi enfoque para encontrar la causa de su dolor en la pelvis, y no sólo para dar un diagnóstico "." Voy a entrar en más detalles después de explicar mi "Categorías de Dolor pélvico . Desde mi punto de vista, el dolor pélvico se divide en tres clasificaciones:

Dolor pélvico que necesitan tratamiento

    El dolor pélvico causado por estos problemas pueden necesitar tratamiento, pero rara vez son verdaderas emergencias.
* Los quistes de ovario . Un quiste es algo lleno de líquido. La mayoría de los quistes ováricos son parte del funcionamiento normal del ovario. Otros quistes son tumores que necesitan ser removidos. Algunos quistes ováricos (endometriomas) están revestidos por el mismo tipo de tejido que reviste el útero. Esto puede causar una hemorragia dolorosa en el ovario .
La endometriosis. La endometriosis es una condición en la cual el tipo de tejido que recubre los implantes útero en lugares fuera del útero. Esto suele causar dolor pélvico en la época del período menstrual, pero puede causar dolor en otras ocasiones en el ciclo.
Los fibromas fibromas. son crecimientos benignos en el músculo del útero. fibromas son muy comunes, y por lo general no son dolorosos. Algunos fibromas pueden causar presión en la pelvis y el dolor.
* Infección. pélvica La mayoría de las infecciones es causado por Chlamydia y / o gonorrea infección. También pueden ser causadas por otras bacterias. infección del revestimiento del útero (el endometrio ) se denomina endometritis. La infección de las trompas de Falopio se llama salpingitis. A menudo, la infección pélvica se da el término Enfermedad Inflamatoria Pélvica, PID. pélvica veces la infección puede causar dolor pélvico severo y fiebre, pero una infección por clamidia puede no causar ningún dolor en absoluto. Si se sospecha infección pélvica, es importante tratar con antibióticos, ya que graves daños a las trompas y los ovarios puede resultar si se retrasa el tratamiento.

A menudo es difícil saber con seguridad si una infección pélvica está presente. Por ello, si una mujer tiene episodios recurrentes de dolor pélvico, la laparoscopia puede ser necesaria para determinar con precisión la causa del dolor. (La laparoscopia es un examen generalmente se realiza bajo anestesia, lo que supone el estudio de los órganos pélvicos a través de un pequeño telescópico insertado a través del ombligo.)

La dismenorrea. Esto significa dolor con la menstruación. Algunos calambres con el período menstrual es normal, pero no es normal tener dolor que interfiere con las actividades ordinarias de una mujer.Las prostaglandinas son compuestos en la sangre menstrual que hacen que el útero se contraiga, y causar calambres. comunes medicamentos utilizados para tratar la dismenorrea, como la aspirina, el ibuprofeno, el naproxeno sódico o ayuda al interferir con la producción de prostaglandinas. píldoras anticonceptivas también pueden reducir los calambres abdominales con puntos.

Otras afecciones que causan dolor con los períodos son anormales, y puede requerir tratamiento.

miomas submucosos son tumores fibroides en el interior del útero. Pueden actuar como un cuerpo extraño, porque el útero se contraiga para tratar de expulsarlos. A menudo pueden ser removidos sin necesidad de cirugía mayor mediante un instrumento llamado resectoscopio.
La adenomiosis es causa común de dolor menstrual severo, y frecuentemente se confunde con fibromas.
adherencias pélvicas . Una adhesión es cuando dos órganos se peguen. Esto es a menudo causada por una infección pélvica (EIP), endometriosis o cirugía previa. El dolor pélvico puede ocurrir cuando se estiran las adherencias. Por ejemplo, si un ovario se ha quedado atascado en el intestino, la ovulación puede estirar las adherencias y causar dolor. Por otra parte, las adherencias muchos no causan ningún dolor en absoluto. 

A menos adherencias hacen que los intestinos se bloquean (una obstrucción intestinal) por lo general no se puede diagnosticar sin hacer la laparoscopia y en realidad busca el interior del abdomen. La mayoría de las adherencias pueden ser liberados durante la laparoscopia, pero la reforma puede. Liberar las adherencias pueden o no pueden aliviar el dolor.

El dolor de los demás órganos
El colon se sienta al lado del útero y ovario. El dolor desíndrome de intestino irritable puede parecer como que viene desde el ovario. Por lo general, se trata de un dolor de tipo cólico. El estreñimiento y la inflamación del intestino también pueden causar dolor pélvico. Como la endometriosis puede afectar los intestinos , la evaluación del tracto intestinal y la laparoscopia puede necesarias para determinar si el dolor proviene del intestino o de un problema ginecológico.
La vejiga . inflamación de la vejiga se siente en la parte inferior del abdomen. Una infección de la vejiga generalmente también causa ardor al orinar y micción frecuente. cistitis intersticial es una inflamación de la vejiga no causada por una infección, pero puede causar síntomas graves. Los cálculos renales también pueden causar dolor pélvico.
El dolor abdominal de la pared . Los nervios de la pared abdominal puede quedar atrapado, y causar dolor severo. A menudo, esto es cerca de una incisión quirúrgica previa. Es importante distinguir el dolor de la pared abdominal de los problemas del interior del abdomen. A menudo esto se puede hacer al adormecer zonas de la pared abdominal con anestesia local, lo cual eliminará el dolor viene de la pared, pero no de los órganos internos.

    La obesidad incrementa el riesgo de cáncer de endometrio.


    Un IMC superior a 35 kg/m2 y una menopausia precoz aumentan el riesgo hasta 22 veces.
    Las mujeres muy obesas con menopausia precoz tienen un aumento del riesgo a desarrollar cáncer de endometrio, según las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) estadounidenses.
    El cáncer endometrial afecta al endometrio y varios factores asociados con la producción hormonal femenina, caso del momento de llegada a la menopausia, la cantidad de embarazos y el peso corporal, están relacionados con el riesgo de desarrollar la enfermedad. Así, la nueva evidencia, derivada del análisis de 3.600 mujeres estadounidenses con edades comprendidas entre los 20 y los 54 años, que ha confirmado la interacción entre la obesidad y el aumento del riesgo de cáncer endometrial. Asimismo, los datos también sugieren que el momento de llegada a la menopausia resulta clave en esa relación.
    Más concretamente, los autores hallaron que entre las mujeres que habían tenido su última menstruación antes de los 45 años y que presentaban un índice de masa corporal (IMC) de, cuando menos, 35 puntos, eran casi 22 veces más propensas a desarrollar cáncer endometrial que las mujeres con peso normal. En cambio, en muy obesas que habían llegado a la menopausia más tarde, el riesgo era solamente 4 veces más alto.
    De la misma manera, las mujeres no tan gravemente obesas también tuvieron más riesgo de cáncer endometrial que las normopesas, independientemente del momento de llegada a la menopausia.
    29 JUN 09 | Vía del estrógeno
    La obesidad incrementa el riesgo de cáncer de endometrio
    Un IMC superior a 35 kg/m2 y una menopausia precoz aumentan el riesgo hasta 22 veces.

    Obstetrics & Gynecology 2009;114:22-27

    Las mujeres muy obesas con menopausia precoz tienen un aumento del riesgo a desarrollar cáncer de endometrio, según las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) estadounidenses y publicado en el último número de la revista Obstetrics & Gynecology (2009;114:22-27).

    El cáncer endometrial afecta al endometrio y varios factores asociados con la producción hormonal femenina, caso del momento de llegada a la menopausia, la cantidad de embarazos y el peso corporal, están relacionados con el riesgo de desarrollar la enfermedad. Así, la nueva evidencia, derivada del análisis de 3.600 mujeres estadounidenses con edades comprendidas entre los 20 y los 54 años, que ha confirmado la interacción entre la obesidad y el aumento del riesgo de cáncer endometrial. Asimismo, los datos también sugieren que el momento de llegada a la menopausia resulta clave en esa relación.

    Más concretamente, los autores, dirigidos por la Dra. Cheryll C. Thomas, hallaron que entre las mujeres que habían tenido su última menstruación antes de los 45 años y que presentaban un índice de masa corporal (IMC) de, cuando menos, 35 puntos, eran casi 22 veces más propensas a desarrollar cáncer endometrial que las mujeres con peso normal. En cambio, en muy obesas que habían llegado a la menopausia más tarde, el riesgo era solamente 4 veces más alto.

    De la misma manera, las mujeres no tan gravemente obesas también tuvieron más riesgo de cáncer endometrial que las normopesas, independientemente del momento de llegada a la menopausia.


    Vía del estrógeno

    El motivo por el que se explica la interacción entre el alto IMC y la menopausia precoz permanece desconocido. Aunque la obesidad ha estado siempre asociada con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, la llegada precoz de la menopausia siempre se relacionó con una reducción de ese riesgo.

    Ambos factores, obesidad y menopausia temprana, influirían en el riesgo a desarrollar la enfermedad por vía del estrógeno, pues el adelantamiento de la menopausia limita la exposición de una mujer a esa hormona, lo que reduciría su riesgo de cáncer. En cambio, la obesidad elevaría el riesgo porque el tejido graso excesivo puede aumentar los niveles de estrógeno.


    Según los autores, “es posible que las mujeres obesas con menopausia precoz hayan tendido a tener irregularidades en sus ciclos menstruales lo que podría indicar la existencia de irregularidades hormonales que hayan aumentado el riesgo de cáncer”. Sea como fuere, concluyen los investigadores, el elevado riesgo de cáncer asociado con la obesidad “subraya la necesidad de que los médicos asesoren a las mujeres jóvenes sobre los beneficios de mantener o alcanzar un peso normal durante la edad reproductiva y antes de entrar en la menopausia.

    domingo, 2 de mayo de 2010

    Gimnasia hipopresiva: el último boom


    Publicado el Abril 7th, 2010 

    hipoCada cierto tiempo una nueva tendencia arrasa en el mundo del fitness. La gimnasia hipopresiva promete un éxito tan fulgurante y longevo como el del famoso método Pilates. Además de una intensa polémica…
    Los fundamentos de la gimnasia hipopresiva tiran por tierra los abdominales y ejercicio que hasta ahora se hacían para tonificar y endurecer la tripa. Pero los beneficios de esta nueva técnica son muchos más: evita y trata problemas como la incontinencia, reduce cintura de forma efectiva y mejora los problemas lumbares. Un método que aúna salud y estética a través de la práctica de unos novedosos ejercicios. 
    La gimnasia hipresiva tiene su origen en el doctor Caufriez, un belga experto en kinesioterapia y readaptación. Trabajando con mujeres con problemas en el suelo pélvico, descubrió que los abdominales tradicionales empeoraban aún más sus problemas. A partir de ahí, este doctor desarrolló el Método Caufriez, impartido por matronas, fisioterapuetas y profesionales de la sanidad.
     33Hace 25 años el español Piti Pinsach, licenciado en CC. de la Actividad Física y el Deporte, y experto en Morfología Médica, se cuestionaba ya la eficacia de los ejercicios abdominales. En 2005 conoció en un curso de GAH al doctor Caufriez. De esa feliz conjunción surgió el Reprocessing Soft Fitness, que por fin aplicaba las técnicas de la gimnasia hipopresiva desarrollada por Caufriez al mundo del fitness.
    ¿Por qué es tan revolucionario el RSF? Según Pitti Pinsach, su creador, porque los abdominales y el ejercicio tradicional producen un efecto hiperpresivo sobre el abdomen que resulta ineficaz para tonificarlo, favorece su abultamiento y produce una presión que deteriora el suelo pélvico, sobre todo en las mujeres. Para este experto, lo recomendable sería lograr que la faja abdominal se reduzca de forma refleja, que aumente su tono de reposo. Y lo mismo para el suelo pélvico.
    soft¿Por qué entonces llevamos toda la vida haciendo abdominales? Según Piti, “hace 50 años había muy poca inquietud para lograr mejoras de salud o estéticas a través del ejercicio físico”. “La práctica de ejercicios abdominales era lógica  pues algunos deportes precisan tener fuerza en la musculatura flexora del tronco, como en el caso de los futbolistas o los saltadores de altura”, explica. Por motivos estéticos, también comenzaron a emplearse los ejercicios abdominales para tonificar la zona del abdomen, que, además, acaban provocando dolor en la zona lumbar.
    Para conseguir la ansiada chocolatina, los expertos en ejercicio llevan años ideando montones de variantes de ejercicios abdominales para conseguir trabajarlos en todas sus porciones y en todos los ángulos posibles. Pero según los expertos en gimnasia hipopresiva no sólo no sirven para mucho, sino que encima pueden hacer que el vientre se abulte aún más, el suelo pélvico se desplace hacia abajo y la espalda se resienta. Hasta ahora tanto los ejercicios abdominales como los del método pilates, se hacen cerrando las costillas y soplando al hacer la contracción, lo que produce un efecto de empuje hacia abajo.
    gimnasia-abdominal-hipopresiva_Según Piti, la razón por la que se distiende la faja abdominal estando en reposo es la misma que provoca incontinencia, prolapsos y disfunciones sexuales, especialmente en las mujeresque practican estos ejercicios abdominales. Y el responsable de que tengamos más o menos barriga estando relajados de pie o sentados es precisamente el tono que tenemos en reposo. Al contraer el abdomen y tensar el suelo pélvico cuando hacemos abdominales ceden la faja abdominal y el suelo pélvico, disminuyendo el tono de reposo y provocando problemas de salud y estética.
    Pero el RSF o las técnicas hipopresivas no tienen la intención de tirar por tierra un método tan exitoso como el Pilates, sino integrarse con él y otros sistemas de ejercicio, además de enseñarse como un programa independiente. Ahora mismo se están realizando las primeras formaciones para profesionales del fitness en España, así que en no mucho tiempo comenzaréis a oír hablar del RSF, a ver clases en los gimnasios o en entrenamientos personales. 
    El RSF reagrupa ejercicios físicos rítmicos complejos de reprogramación corporal que permiten al sistema nervioso cerebral modificar el esquema corporal y emocional. Si se suma a la práctica regular de ejercicio físico-deportivo, aumenta los beneficios que proporciona. Las sesiones son precedidas por una serie de test individuales realizados por el profesional certificado en RSF. Al principio son necesarias algunas sesiones individuales para conocer y aprender los ejercicios antes de practicarlos en grupo.
    1548_gimnasiaEl Reprocessing Soft Fitness comprende más de 150 ejercicios diferentes, repartidos en 10 niveles de dificultad según las capacidades físicas de los practicantes y su nivel de entrenamiento. Estos ejercicios aumentan el tono de reposo de la faja abdominal, proporcionan una reducción rápida y eficaz del perímetro de la cintura y una recolocación de los órganos internos. Las técnicas hipopresivas logran un abdomen más plano al reeducar las presiones intra-abdominales y evitar el empuje de las vísceras hacia delante.
     Además, aumentan la vascularización tanto del suelo pélvico como de las extremidades inferiores, mejoran las funciones sexuales, consiguen relajar el diafragma y mejorar la función respiratoria, son una excelente prevención a los prolapsos y aumentan el metabolismo y la capacidad anaeróbica.
    El RSF está recomendado para cualquier persona que desee reducir la cintura, mejorar su postura, incrementar sus prestaciones sexuales, frenar y evitar la incontinencia urinaria. Para deportistas profesionales que quieran incrementar su rendimiento y prevenir lesiones articulares, musculares y viscerales. Para personas que practican una actividad físico-deportiva de medio a buen nivel, para oxigenar los tejidos, equilibrar su tono muscular y prevenir lesiones. Y, pos supuesto, para todas las mujeres que practican ejercicio físico o deporte paraprevenir la caída de los órganos pélvicos.

    viernes, 30 de abril de 2010

    Chequeo para detectar antes el linfedema

    Las pacientes de cáncer de mama deberían someterse a un chequeo rutinario para detectar los casos de linfedema antes de que los síntomas de esta frecuente secuela de la cirugía tumoral se hagan manifiestos. El motivo es que empezar a utilizar cuanto antes dispositivos de compresión para facilitar el drenaje de la zona reduce las molestias y las complicaciones a largo plazo.
    Esta es la propuesta que plantean los autores de un estudio publicado en la revista Cancer. El linfedema es un trastorno crónico y progresivo que afecta a entre el 33% y el 47% de las mujeres que sufren una extirpación mamaria con resección de los nódulos linfáticos y a entre el 4% y 17% de las que se someten a la biopsia de ganglios. La hinchazón que produce dificulta los movimientosy ocasiona pérdida de fuerza en el brazo, limitando actividades como coger y levantar objetos.
    Se ha comprobado que antes de que la hinchazón se manifieste se producen ciertos cambios en el tejido instersticial de la extremidad que pueden indicar el riesgo de desarrollar la secuela. Con el objetivo de evaluar la posibilidad de introducir un diagnostico precoz del trastorno y analizar las ventajas de un tratamiento temprano, un equipo estadounidense chequeó el volumen de las extremidades de cerca de 200 mujeres que iban a someterse a cirugía. Para ello utilizaron un dispositivo electrónico, el Perometro, que cuantifica los cambios en el volumen del brazo, antes de la intervención y después ésta cada tres meses.
    Si el volumen se incrementaba más del 3% se establecía el diagnóstico de linfedema. Un total de 43 féminas desarrollaron la secuela y se les aconsejó usar una media de compresión durante cuatro semanas y cuando notaran molestias. La intervención consiguió reducir la acumulación de líquido. Los autores sugieren la conveniencia de detectar este problema en su fase subclínica.

    jueves, 25 de marzo de 2010

    ¿Qué sucede en tu faja abdominal y en tu suelo pélvico?


    Si al reír, toser o gritar, aumenta el perímetro de tu cintura, es decir la presión hace que tu abdomen se distienda hacia fuera, entiende que tu faja abdominal ha perdido su " norte". Una faja abdominal con un "norte" correcto, cumpliría perfectamente sus funciones, entre otras, amortiguar presiones.

    Ante un aumento de presión como es la risa, la tos o un grito, una faja abdominal en buen estado, se anticiparía, reduciría el perímetro de la cintura, metiéndose hacia dentro justo unas fracciones de segundo antes del esfuerzo.

    Igual sucede con el periné, el suelo pélvico. Un suelo pélvico en buen estado se elevaría de forma involuntaria y conjuntamente a la reducción de la cintura (activación de la faja abdominal). Toda está activación de la faja abdominal y del periné, debe de ser involuntaria, refleja. Tendría que ser una reacción espontánea de tu musculatura.

    El problema aparece cuando por diferentes motivos, están desprogramados la faja abdominal y el suelo pélvico. Entonces, dejan de hacer una de sus funciones, como lo es amortiguar la presión que llegar al abdomen. La falta de tono muscular no le permite amortiguar, así que la faja abdominal y el periné, en lugar de responder ciñéndose y elevándose, responden cediendo, abombándose. El periné irá perdiendo tono y, a medio plazo, llegará a ser incapaz de desempeñar sus funciones: sostener los órganos internos (vejiga, útero y recto) y/o controlar el contenido urinario y fecal. Si el suelo pélvico deja de ser competente para desempeñar estas funciones surge la incontinencia urinaria, fecal, propalsos y disfunciones sexuales. 

    Paséense por los pasillos de cualquier centro comercial, y vean lo pronto que ha respondido cierto mercado que ha visto un gran negocio con este problema. Y encima, también esto se sufre en silencio.

    No es la solución usar compresas para las "perdidas", el mejor recurso es la prevención o en su caso la terapia. Hay un novedoso método de ejercicios físicos que reprograma la faja abdominal y el suelo pélvico; Es la Gimnasia Hipopresiva, creada por el Dr. Caufriez.
     
    Fuente: http://soniacampra.blogspot.com/
     
    En Córdoba Argentina:
    Consultame! Lic. Daniela Gualtieri
    Cel 155576033

    miércoles, 24 de marzo de 2010

    Ejercicios para Linfedemas de Miembro Superior


    Los ejercicios del linfedema se recomiendan realizar 2-3 veces al día.
    Deben hacerse lentamente por alrededor de unos 30 minutos. Se recomienda utilizar un vendaje compresivo (en espiga) luego de los ejercicios y el masaje drenante, y dejar el miembro en elevación.
    También se recomienda el uso adicional de un manguito de contención por 12 horas . El uso correcto del manguito de contención ayudará a la disminución del linfedema y a que su progresión sea menos agresiva.


    Guía de Ejercicios

    1-Realizar giros con ambas muñecas



    2-Doblar y extender los brazos por el codo, llevando las manos hacia los hombros y devolviéndose





    3-Saludar con la mano en esta posición




    4-Siéntese y simule que ordeña una vaca





    5-Simule que está colocando y desenrroscando una bombilla




    6-Abra y cierre fuertemente sus dedos. Mantenga los brazos a la altura de los hombros frente a su pecho, a los lados del cuerpo y luego también súbalos encima de su cabeza.



    7-Haga este ejercicio y simule que nada en el aire.



    8-Coloque sus manos en posición de rezo, entrelace sus dedos, separe las palmas y luego aprietelas fuertemente.




    9-Pinza. En este ejercicio debe tocar la punta de sus dedos con su dedo pulgar.





    10-Con una pequeña bola, dibuje las cuestas de una montaña rusa en el aire, mantenga el brazo extendido mientras realiza el ejercicio.





    11-Coloque la bola bajo su axila y apriete duro.







    12-Párese frente a la pared, ponga su mano en ella, y trate de llevarla lo más alto que pueda manteniendo su espalda recta.



    13-Con la mano apoyada en el hombro, realizar movimientos giratorios del hombro




    14-Intenta juntar tus manos en la espalda. Si puedes, separa levemente las manos de la espalda.



    15-Lleva tus manos hacia la nuca, como si fueras a recogerte el pelo.






    16-Como lo muestra la imagen, lleva tus brazos por encima de tu cabeza, lo más alto que puedas.