martes, 22 de noviembre de 2011

¿Nuestra postura afecta al suelo pélvico?

Pues sí. Dime cómo colocas la espalda y la pelvis y te diré si tienes posibilidades de tener pérdidas de orina o prolapsos. Un estudio reciente demuestra que si ambas no están alineadas pueden impedir la correcta actividad del suelo pélvico.

Hace unos cuantos años que se estudia en profundidad el suelo pélvico: sus funciones, sus características, sus factores de riesgo, su tratamiento… Recientemente varios estudios han demostrado que la actividad del suelo pélvico cambia en función de la postura de la mujer. Cuando nos encontramos en una posición tumbada, la actividad de estos músculos es mínima porque el suelo pélvico no debe soportar el peso del abdomen y se encuentra relajado. Pero a medida que nos vamos incorporando, la actividad aumenta. Este hecho se debe fundamentalmente a la gravedad. En las posiciones de sentadas o, sobre todo, en la de estar de pie, el suelo pélvico se activa para soportar el peso de nuestro abdomen.
Sin embargo, también se ha demostrado que la actividad del suelo pélvico aumenta cuando nuestra columna y nuestra pelvis se encuentran correctamente alineadas, es decir con sus curvaturas fisiológicas adecuadas. Si adoptamos posturas incorrectas, muchas veces por fatiga, dolor, falta de ejercicio o problemas de espalda, perdemos la actividad del suelo pélvico lo que puede provocar que no funcione correctamente, aumentando los riesgos de pérdidas de orina o de prolapsos. De hecho, un estudio reciente ha observado que las mujeres con prolapsos suelen tener una postura con menos curvatura lumbar de lo normal.
Como consecuencia, la higiene postural es una medida de prevención importante de los problemas de suelo pélvico. Por tanto, será imprescindible tener en cuenta nuestra postura cuando estemos realizando el trabajo del suelo pélvico.

Fuente: Dra. Carolina Walker

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