martes, 21 de febrero de 2012

Aplicación del Método Hipopresivo en el Fitness

Son muchos los profesionales y aficionados a la práctica físico deportiva que han verificado que, a pesar de realizar interminables series de ejercicios abdominales, cuando están en relajación de pie o sentados observan como tienen un abdomen algo protuberante y precisan pensar y activar voluntariamente la faja abdominal para reducir este perímetro. 
Esto fue lo que llevó a Piti Pinsach a pensar que probablemente el entrenamiento voluntario, con flexiones tipo crunch, isometrías o entrando el ombligo, disminuía la actividad refleja de las fibras más pequeñas de la faja abdominal, se tenía menos tono muscular de base y por tanto más barriga cuando la persona está relajada.
La explicación está en la neurofisiología que clarifica que el tono tónico, el de un músculo cuando no está activado voluntariamente, está asociado a la actividad postural de reposo de las fibras I (actividad neuronal s). En reposo un número limitado de fibras I están contraídas de manera no voluntaria o inconsciente; en actividad, el reclutamiento postural de estas fibras aumenta (coactivación s-s). El tono fásico, cuando se contrae la musculatura entrando el abdomen o haciendo esfuerzo voluntario para ello, está asociado al trofismo neuronal de las fibras II. En reposo estas fibras no están activadas, el reclutamiento espacial se efectúa durante el esfuerzo (coactivación f-f) o involuntariamente por reflejos (reflejo miotático). 

Entrenar una faja abdominal, un grupo muscular parietal tónico, que hace de pared, que suele presentar una hipotonía postural, es decir, un déficit de la actividad postural en reposo, mediante ejercicios fásicos, voluntarios y contra ciertas resistencias, lleva inevitablemente a una disminución aún más importante del tono postural (inhibición d) con riesgo de lesión del sarcolema muscular si se realiza mediante ejercicios excéntricos con cargas. Se puede observar en ecografías el estiramiento del recto abdominal durante la elevación de tronco cuando los rectos abdominales son hipotónicos (Caufriez, 2010).
Esta explicación neurofisiológica hizo que Piti Pinsach viera la imperiosa necesidad de dejar de entrenar la musculatura del abdomen como si se tratara de un cuádriceps o un bíceps y daba explicación al abombamiento de la faja abdominal, su ineficacia como faja, la disminución del tono de base del suelo pélvico en las mujeres y los subsiguientes efectos secundarios (incontinencia, prolapsos y disfunciones sexuales).
Se precisa cambiar el método de entrenamiento que se viene realizando para lograr mejoras estéticas y de salud. Es lo mismo que sucedió hace años con los rebotes balísticos que, cuando la experimentación empírica primero y las investigaciones después confirmaron su ineficacia y problemáticas, se optó por desaconsejarlos y se reservan para unos fines muy específicos.
Somos plenamente conscientes de que significa un cambio de paradigma y asumir que nuestra ciencia, la actividad física y el deporte, tiene mucho que avanzar es algo que puede resultar incómodo a mentes ancladas en la tradición pero invitamos a que se experimente empírica y científicamente para contrastar opiniones y avanzar en función ellas.
En algunos grandes centros deportivos se está barajando la posibilidad de hacer de ello un elemento diferenciador que, como bien sabemos, son los principales pilares del márqueting. Un anuncio que diga explícitamente: Venga a nuestro Centro de Fitness, no hará abdominales. Y en el mismo anuncio citar algunas de las muchas referencias bibliográficas e investigaciones que confirman que hacer ejercicios abdominales provocan incontinencia, prolapsos y disfunciones sexuales, sería algo que los clientes y futuros clientes leerían con asombro y a lo que buscarían explicaciones. 

 Los fisioterapeutas de muchos países vienen practicando e impartiendo este método a sus pacientes, con mucho éxito, desde hace años.

Fuente: Piti Pinsach

No hay comentarios:

Publicar un comentario