miércoles, 6 de junio de 2012

Nueva Esperanza para la cura del Linfedema

«Con la supermicrocirugía elimino el linfedema»

Isao Koshima, cirujano plástico japonés, ha curado de linfedema a más de quinientas mujeres. En España, de 46 casos 45 mejoran.
Isao Koshima, jefe del área de Cirugía Plástica y Reconstructiva de la Universidad de Tokio, peregrinó desde Japón con su técnica de la supermicrocirugía que cura el linfedema hasta Barcelona, donde la expuso en la Clínica Planas: «El doctor Masià, en el hospital San Pablo, ha tratado 46 casos, de los cuales 45 han mejorado y en más de la mitad ha remitido el linfedema». De ahí a Europa y EE.UU.

Linfedema. Es uno de los problemas más comunes que sufren las mujeres con cáncer de mama tras ser intervenidas o recibir radioterapia. Dolor, enrojecimiento e hinchazón en una o varias partes de su cuerpo requerían un drenaje linfático manual y presoterapia. Hasta que el reputado cirujano japonés Isao Koshima ha salvado de la pesadilla a medio millar de pacientes con la supermicrocirugía. Bisturí, microscopio, agujas...

-¿Qué técnica trae de Japón?
-La supermicrocirugía: consiste en realizar una anastomosis microquirúrgica linfática venosa para unir los vasos linfáticos superficiales con las venas subdérmicas -de menos de 0,5 milímetros- de la extremidad afectada.
-Se trata de localizar un vaso linfático y anastomosarlo: unirlo a una vénula, que está bajo la piel. Utilizo agujas pequeñísimas, invisibles, y microscopio. El objetivo es drenar del canal linfático a las venas para reducir el linfedema.

-Usted dice que da diez puntos en un pelo. ¿En la distancia mínima se la juega un buen cirujano?
-Fui el primero que aplicó la técnica de suturar y poner los puntos necesarios en estas estructuras tan diminutas. Elimino el linfedema en más de la mitad de los casos.

-El linfedema ataca brazos, piernas, y también los genitales.
-Afecta a entre el 10-20 por ciento de mujeres con cáncer de mama y se asocia con el tratamiento de otros tumores.

-El linfedema disminuye la movilidad del paciente, que tiene sensación de pesadez, empeoramiento del estado físico...
-... Y el riesgo de las pequeñas incisiones de uno o dos centímetros en el brazo. La complicación más seria y grave es la infección, que hace que el linfedema evolucione de una manera muy rápida.

-¿El linfedema mata?
-En caso de linfedemas muy avanzados con elefantiasis pueden inhabilitar la vida normal del propio paciente. En casos muy evolucionados puede provocar un linfagiosarcoma, que es maligna y mortal.

-¿A cuántas personas ha recuperado y curado usted?
-A unas quinientos mujeres en los últimos diez años.

-¿Y cómo les va en este mundanal ruido?
-Todas ellas están muy bien. Estas admirables mujeres padecían un estrés importante con el linfedema, por la posible evolución y poco futuro que presentaba antes esta enfermedad. Ahora están todas muy contentas. Antes de la cirugía estaban angustiadas porque no sabían cómo iba a desarrollarse esta pesadilla.

-¿Y el posoperatorio?
-Más de la mitad de los pacientes intervenidos con supermicrocirugía recuperan la funcionalidad de las extremidades afectadas, por lo que no requieren de medidas comprensivas para efectuar sus actividades cotidianas.

-Ha recorrido más de medio mundo para salvar vidas y ahora quiere llevar su técnica al resto del mundo. ¿Misión posible?
-He operado en Rusia, China y Japón, y otras personas van a mi país a obtener un tratamiento que no existía en sus países. Me gustaría que desde España la influencia del Dr. Masià se proyecte a toda Europa. Y de allí a EE. UU.

-¿Es usted un superhombre?
-No soy Superman. Sólo soy un principante. En veinte años, el linfedema habrá desaparecido. El reto es trasladar la técnica quirúrgica a pacientes con riesgo de desarrollarlo como medida profiláctica.

-Medio millar de mujeres le consideran su héroe.
-Ellas son las auténticas heroínas. Aprendo de mis pacientes por la importancia que dan al contorno corporal.

Fuente: entrevista de El Mundo.es


Lo realmente esperanzador es el alto porcentaje de éxitos entre los pacientes tratados. En el pasado la cirugía ha sido fundamentalmente paliativa al mismo tiempo que tratamientos asociados como los masajes de drenaje linfático y la presoterapia.

La sutura o anastomosis entre vasos linfáticos no dañados y pequeñas venas superficiales de un diámetro inferior a medio milímetro ha resultado eficaz en el tratamiento de más de quinientos pacientes en manos de Koshima. La técnica a la que nos referimos se desarrollará previsiblemente con rapidez especialmente en unidades de cirugía plástica con vínculo en el tratamiento del cáncer de mama.


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